Son muchas las veces que cuando somos pequeños nuestros familiares nos sobreprotegen creando a nuestro alrededor un mundo en el que no existe la palabra “NO”. A veces para evitar una pataleta y otras con la idea de que el niño tenga todo aquello que nosotros no tuvimos en nuestra infancia y que nos gustaría tener. De cara al futuro este es un hábito que nos prepara para una vida en el que no sabemos comprender la palabra NO y cuando esta es pronunciada, nos crea angustia y frustración. Por eso, quiero ayudarte a convertir ese no en una emoción positiva.

3 pasos para recibir un no de la mejor forma posible

1. Ten claro que es una palabra que todos oiremos: con esto no quiero decir que mal de muchos, consuelo de tontos, sino que el no, al igual que el sí, forma parte de nuestra vida y escucharlo una y mil veces es lo más normal del mundo. Lo primero y más importante es que aceptes que es algo que ocurrirá y aunque en muchas temporadas de tu vida no lo hayas escuchado, eso no significa que nunca más lo oirás.
2. Reflexiona sobre lo que ha pasado: ¿qué ha provocado el no? ¿ha sido una falta de preparación o quizá no estabas destinado a ese objetivo? Para empezar a recibir cualquier NO con una mejor actitud es importante que reflexiones sobre aquellos noes desde una perspectiva objetiva que te ayude a mejorar en el presente y el futuro. Piensa qué ha podido provocar la situación, pero también si existe algo que pudieras haber hecho para que finalmente no tuvieses que escuchar esa palabra. Muchas veces cometemos el error de que buscamos las respuestas a nuestros problemas en situaciones externas o terceras personas, por lo que evita ese problema y antes de nada, mira dentro de ti.
3. Míralo como una forma de mejorar: en ocasiones recibimos ese NO porque no estamos preparados para el sí, porque nos confiamos en demasía de recibirlo y al final ha terminado por provocar que recibamos la respuesta contraria a lo esperado. Por eso, en vez de centrarte en ese negativo NO, debes pensar en todos los puntos de mejora que pueden hacer que lo consigas la próxima vez. Por ejemplo, si te han rechazado en una oferta de trabajo, puedes preguntar qué les llevó a tomar esa decisión o saber qué aptitudes tiene el elegido que tú no tienes… todavía.

La clave para superar cualquier problema en la vida es aceptarlo, reflexionar sobre ello y buscar las posibles mejoras. Por eso, si los noes se están convirtiendo en un problema en tu vida y aceptarlos cada día te cuesta más, puedes simplemente seguir estos tres sencillos pasos. ¡Mucha suerte!