Uno de los grandes problemas de las personas es que cuando la dañan una vez, creen que esto va a ocurrir una y otra y otra vez. Sin embargo, esto no es así y caer en ese error nos lleva a vivir con miedo. Por eso, si alguna vez te han hecho daño y te está costando superarlo, los siguientes consejos son para ti.

Consejos para vivir sin miedo al dolor

1. No todas las personas son iguales: el error de una persona es algo que te ha ocurrido con ella y que no tiene por qué ocurrirte con el resto de personas con las que te cruces. Es más, para que veas que esto es un error, piensa que seguramente tú o alguien haya cometido un error y este haya sido lo único malo en toda vuestra relación. Si una persona te causa dolor es un hecho aislado que no debes creer que se propagará a todas tus relaciones.
2. Cambia tu mentalidad: igual que la risa, el dolor es una parte de tu vida y una forma de conseguir superarlo es aceptar que existe y que formará parte de la existencia de todas las persona, en mayor o menor medida dependiendo de la época. Así que aunque sea difícil de entender por qué tú has tenido que pasar por un dolor que muchas otras personas no lo vivirán en su vida, te pido que lo aceptes. No busques respuestas divinas, simplemente encuentra soluciones mundanas.
3. No te victimices: cuando nos hacen daño tendemos a aumentar tal agravio al victimizarnos a nosotros mismos. Por eso, debes sacar todo tu carácter y no sentir lástima por ti mismo, porque no solo no conseguirás pasar el momento que ahora estás viviendo, sino que en un futuro asumirás ese papel en otras de tus relaciones personales ante cualquier problema, por muy pequeño que sea.
4. No huyas, enfréntate: por ultimo, quiero darte un pequeño consejo que nos deberían dar a todos cuando somos pequeños. Y es que el dolor debe enfrentarse, no huir de él. Cuando somos niños tratamos de evitar ese dolor escondiéndonos en nuestros seres queridos, porque ellos nos ofrecen esa protección de la que carecemos. El problema es que cuando crecemos perdemos esa protección y nadie nos ha enseñado a qué hacer entonces con el dolor. Por ello, la solución que muchas personas encuentran es simplemente huir, no enfrentarse al problema y esperar que desaparezca por arte de magia. Sin embargo, esto te va a servir pocas veces y lo que debes hacer es enfrentarte al problema y admitirte algo tan sencillo como que alguien te ha dañado.

No podemos vivir sin dolor, aunque huyamos de todo y de todos, porque no solo estaríamos huyendo del dolor, sino de los sentimientos, lo más bonito que tenemos. Así que deja de tener miedo y enfréntalos. Será difícil, pero valdrá la pena.